El proyecto recoge la pasión por realizar grandes vinos que irradian lo promotores de la bodega, los hermanos Rubén y Marcos Sáenz y MyL aporta su visión totalmente desprovista de prejuicios de lo que debe ser un edificio que engrandezca y cuasi-sacralice la elaboración del Vino.
Permitiéndose licencias que visiones más reigurosas de lo que debe ser una bodega no permitirían, y en contrapartida generando espacios más póeticos y enológicos en el sentido humanístico de la palabra.
Pues Bodegas de padre no hace un vino convencional, no puede tratarse tampoco de un edificio convencional, un edificio que se abraza a su propio terreno protegíendose del clima a casi 1000 m de altura, la misma que las viñas que generarán un vino de altura único en La Rioja.
El edifico propuesto además pretende lanzar una mirada sobre todo el valle del Iregua en una situación privilegiada, junto a un monumento histórico y generando una “herradura” que emerge del terreno y en la que sae sitúa el hotel con Rstaurante y Spa.
Un programa de espacios complejo solventado con naturalidad en la morfología que nos brinda el propio terreno moldeado por el tiempo.