El proyecto de una vivienda unifamiliar aislada, se sitúa en una ladera urbanizada con múltiples parcelas consecutivas con vistas a al monte hacia el sur, supone una profunda investigación sobre las bases ontológicas de la lógica utilizada en los proyectos, defendiendo la necesidad de diseñar no únicamente el proyecto arquitectónico sino, de forma simultánea, la lógica profunda que rija el lenguaje mismo de su con-formación. Una característica fundamental del proceso proyectivo que los autores han denominado ‘arquitectura monádica’. En este caso se ha optado por una ontología lógico-espacial orientada explícitamente a terminar con toda distinción precisa exterior-interior mediante el cuestionamiento de sus estatutos epistemológicos y la inclusión del exterior del edificio en la lógica proyectiva del interior, realizado principalmente a través del empleo de las relaciones óptico-visuales.
El cliente es un artista y filósofo que deseaba aislarse en lo posible del exterior, un sociópata que además albergaba dudas sobre la propia vivencia de la casa y la imposibilidad de integrar todos sus espacios de una manera satifsfactoria.
Para ello, el proyecto entra en diálogo con las principales formas teóricas de concebir dicha relación desarrolladas en las últimas tres décadas, mediante el análisis del funcionamiento lógico de dicha relación en las obras de Eisenman, Tschumi, y Koolhaas. Frente a ellas, la ‘arquitectura monádica’ de la que la House Ezra Pound sería el primer ejemplo práctico desarrollado por MyL, apuesta por una concepción espacio-visual y corporal (tanto en lo material o tectónico como en los desplazamientos corporales de los usuarios) no concebida ni bajo el concepto de lenguaje ni bajo el de escala. En última instancia, el proyecto desarrollado por MyL supone la infinita apertura de la lógica del diseño de interiores al exterior de un proyecto mediante la introducción de este último en la lógica de la interioridad absoluta como característica histórica de la arquitectura mediterránea.